UN JUEVES CUALQUIERA
Es un jueves normal, con la agenda llena, más si cabe tras haber tenido que cerrar el día de antes por reunión de última hora. Empieza la mañana de forma complicada, porque ese día cambia la ubicación de la consulta, y los pacientes están un poco perdidos. Atiendo a paciente con cuadro de crujidos en tobillo y acné refractario a tratamiento. Después a otra paciente con lumbalgia tras problema en los primeros meses de vida a nivel de vértebras lumbares; su madre, que no es paciente mía tiene mala cara y le pregunto y me dice que lleva una semana con fiebre y dolor lumbar, pero que tiene su médico esa tarde. Le pido prueba de orina y le digo que suba cuando la tenga. Sigue la mañana entre revisiones de abscesos cerebrales con afectación de quiasma, GEAs e infecciones respiratorias. Entra en la consulta A. que está en plena fase de duelo a contarme que ya come algo tras varias semanas. Sus hijos viven y trabajan en otras comunidades autónomas y está sola aquí. Me cuenta que sus he