UN DÍA DE UN MÉDICO DE FAMILIA
Ha pasado y más de un mes y llevo dandole vueltas en la cabeza a esta entrada y hoy, por fin he encontrado tiempo y valor para escribirla.
Vuelta de vacaciones. Vuelves al trabajo después de un mes de descanso, la mayoría pensará que merecido y algunos pensarán que escaso, y abres el ordenador de la consulta.
Abres el buzón y aparecen mensajes de ingresos de pacientes que han ocurrido durante el mes de vacaciones, algunos esperados y otros totalmente inesperados. Da un vuelco el corazón, porque en alguno te esperas lo peor y en otro no encuentras razón conocida.
Entro en la historia del hospital y se confirman mis miedos:
- Y..., mujer de escasos 40 años ha ingresado por complicaciones en su proceso proliferativo y al final no ha podido superarlo.
- R..., hombre recién jubileo, sin patología importante, cuidador de su mujer con enfermedad crónica, ha ingresado por parada cardiorespiratoria súbita y aunque la ha superado tras la atención en la calle, no ha superado la causa que la ha provocado.
En ese momento de soledad frente a la pantalla del ordenador, leyendo el desenlace de las enfermedades de tus pacientes, se te acumulan los sentimientos en tu corazón.
Recuerdas las veces que han venido a tus consulta, una acompañada por su familia con la esperanza de vencer a la enfermedad y otro acompañando a su mujer, siempre siendo positivo y viéndole el lado bueno a la vida.
Piensas en la vida, en como se afronta la enfermedad, en las cosas que de verdad importan...
Empiezas la consulta (la agenda está llena) y a ratos te olvidas de tus pensamientos y a ratos vuelven a tu mente.
Va terminando la mañana. Ese día has atendido a pacientes con infecciones de oído, has valorado los resultados analíticos que pediste antes de las vacaciones y quedaste en verlos después, has diagnosticado una polimialgia reumática, has atendido a una pareja que vienen porque le ha dado positivo el test de gestación...
Ves en la lista citada a una paciente que durante tus vacaciones ha dado a luz y te preguntas que puede ocurrirle en el puerperio. Llega la hora de la cita y viene a la consulta "solo" para que conozcas a su niño.
La vida sigue, y me voy pensando que NO QUIERO SER OTRA COSA QUE MÉDICO DE FAMILIA
Así es la vida, La Madre Naturaleza, te va poniendo en tu sitio en cada momento de tu vida.
ResponderEliminarEs fácil querer ser Médico de Familia porque no existe nada mejor que ser Médico de Familia
ResponderEliminarEs fácil querer ser Médico de Familia porque no existe nada mejor que ser Médico de Familia
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Gracias
EliminarPrecioso. De acuerdo totalmente
EliminarPrecioso. De acuerdo totalmente
EliminarQué bonito y qué difícil trabajo.... siempre me han fascinado...
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