Si hacemos cosas
Esta semana ha publicado Sergio Minue en su excelente Blog "El Gerente de Mediado" una entrada muy interesante en la que expone la necesidad de dejar de ser una especialidad plañidera y tomar las riendas de nuestro destino.
Aun estando de acuerdo con el en muchas cosas, sobre todo en que no nos podemos acomodar en el llanto y en la queja continua sin implicarnos en la toma de decisiones que intenten mejorar la atención que le damos a nuestros pacientes (no olvidemos que este es nuestro último fin) yo si pienso que los médicos de familia si hacemos muchas cosas todos los días:
- Acudimos a nuestras consultas con ilusión porque trabajamos haciendo lo que hemos elegido (o para lo que nos ha elegido la vida), haciendo lo que nos gusta, porque la Medicina de Familia no es una profesión, un trabajo, ni siquiera una vocación; es una forma de vivir.
- Atendemos con cariño a nuestros pacientes dedicándoles el tiempo que necesitan, sin necesitar una agenda de 6, 10, o 15 minutos, escuchándoles, intentando entenderles y ofreciéndoles nuestra ayuda hasta donde podemos llegar.
- Acompañamos a nuestros pacientes y a sus familias en los trances más difíciles de sus vidas y esto marca el carácter y el espíritu.
- Intentamos hacer siempre lo que consideramos lo mejor para nuestro paciente, aún cuando para ello tengamos que dedicar mucho tiempo a explicar porqué tomamos esa decisión y no otra (probablemente más cara pero que nos generaría menos problemas).
- Salimos tarde de "trabajar" porque consideramos que primero está el paciente que el horario.
- Estudiamos en casa y nos actualizamos para poder darle lo mejor a nuestros pacientes todos los días.
- Nos indignamos cuando trámites administrativos dificultan o retrasan la atención de nuestros pacientes y hacemos todo lo que está en nuestras manos por agilizar las posibles soluciones.
- ......
Y todo esto lo hacemos anteponiendo esto a marcos teóricos, a festivales de ideas y a situaciones de ataques directos a el sistema sanitario que defendemos.
A pesar de todo nosotros NO CERRAMOS NUNCA NUESTRA PUERTA A UN PACIENTE, y eso es lo que nos hace importantes para los pacientes, que no olvidemos que en realidad son los que importan.
Estoy de acuerdo con Sergio: Ya está bien de llorar. Creámonos que lo que hacemos está bien y es bueno y tratemos de mejorarlo día a día.
Somos Medicos de Familia.
Aun estando de acuerdo con el en muchas cosas, sobre todo en que no nos podemos acomodar en el llanto y en la queja continua sin implicarnos en la toma de decisiones que intenten mejorar la atención que le damos a nuestros pacientes (no olvidemos que este es nuestro último fin) yo si pienso que los médicos de familia si hacemos muchas cosas todos los días:
- Acudimos a nuestras consultas con ilusión porque trabajamos haciendo lo que hemos elegido (o para lo que nos ha elegido la vida), haciendo lo que nos gusta, porque la Medicina de Familia no es una profesión, un trabajo, ni siquiera una vocación; es una forma de vivir.
- Atendemos con cariño a nuestros pacientes dedicándoles el tiempo que necesitan, sin necesitar una agenda de 6, 10, o 15 minutos, escuchándoles, intentando entenderles y ofreciéndoles nuestra ayuda hasta donde podemos llegar.
- Acompañamos a nuestros pacientes y a sus familias en los trances más difíciles de sus vidas y esto marca el carácter y el espíritu.
- Intentamos hacer siempre lo que consideramos lo mejor para nuestro paciente, aún cuando para ello tengamos que dedicar mucho tiempo a explicar porqué tomamos esa decisión y no otra (probablemente más cara pero que nos generaría menos problemas).
- Salimos tarde de "trabajar" porque consideramos que primero está el paciente que el horario.
- Estudiamos en casa y nos actualizamos para poder darle lo mejor a nuestros pacientes todos los días.
- Nos indignamos cuando trámites administrativos dificultan o retrasan la atención de nuestros pacientes y hacemos todo lo que está en nuestras manos por agilizar las posibles soluciones.
- ......
Y todo esto lo hacemos anteponiendo esto a marcos teóricos, a festivales de ideas y a situaciones de ataques directos a el sistema sanitario que defendemos.
A pesar de todo nosotros NO CERRAMOS NUNCA NUESTRA PUERTA A UN PACIENTE, y eso es lo que nos hace importantes para los pacientes, que no olvidemos que en realidad son los que importan.
Estoy de acuerdo con Sergio: Ya está bien de llorar. Creámonos que lo que hacemos está bien y es bueno y tratemos de mejorarlo día a día.
Somos Medicos de Familia.
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