PREGÓN FIESTAS GÜEJAR SIERRA 2022

Casi 4 años después vuelvo a hacer una entrada en el Blog con motivo de mi nombramiento como Pegronero de las Fiestas Patronales de mi pueblo: Güejar Sierra



Excelentísimas autoridades, Corporación Municipal, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, amigos, Güejareños, muy buenas noches a todos


En primer lugar quisiera agradecer a la corporación municipal que hayan pensado en mi para realizar uno de los actos más importantes en las fiestas de un pueblo: El Pregón de las fiestas Patronales de Güejar Sierra en honor de la Virgen del rosario y de San Roque. 


Recuerdo de niño los pregones de las fiestas en la plaza, con “casi” todo el mundo mas pendiente de las cervezas, las tapas, los columpios de los niños…mientras que el pregonero soltaba un discurso muy largo y que todo el mundo estaba esperando que terminara pronto, pero que marcaban el inicio de, probablemente los días mas esperados para los güejareños: LAS FIESTAS. 


A partir de este momento no volveré a nombrar a nuestro pueblo como Gúejar Sierra (solo lo llaman así los forasteros) . Porque los que hemos nacido aquí , realmente hemos nacido en Güejar, y no tenemos fiestas patronales; tenemos FIESTAS. Durante todo el año pensamos en las FIESTAS. Ahorramos para las fiestas, nos compramos y estrenamos ropa en fiestas, en las fiestas vuelven/volvemos mucho güejareños a Güejar desde cualquier lugar del mundo.


Cuando me llamó Sonia para comunicarme que habían pensado en mi para ser el pregonero de las fiestas, la primera reacción fue preguntar si me lo podía pensar, porque realmente nunca había pensado en que ese honor pudiera caer sobre mi persona. La respuesta fue: no necesitas pensártelo: eres la persona adecuada. ¡Pues nada; aquí estoy!


Si os entretenéis en buscar en internet: “pregoneros de las fiestas”, encuentraréis a famosos, famosillos, famosetes, políticos varios, artistas de la farándula, Juan y Medio, Maria del Monte, Chanel…


Evidentemente, yo no tengo ese perfil, y mucho menos ese pelo, así que los motivos que habían llevado a la corporación municipal  a ofrecerme ser el pregonero de estas fiestas deberían ser otros que yo no terminaba de ver.


Os tengo que confesar que desde que me comunicaron que iba a ser el pregonero de las fiestas me he leído unos cuantos pregones de los que hay circulando por internet a ver lo que contaban, y como lo planteaban. Según algunos de esos pregones, esta noche os tendría que hablar de la historia de Güejar, de sus orígenes romanos con el castillejo como resto que nos queda de ese momento de la historia, del desarrollo como alquerías en la época musulmana con dos fortalezas que protegían la entrada a Güejar, la del castillejo y la del fuerte que debía estar en el Barrio Alto. De la repoblación del pueblo tras los diferentes episodios de rebelión morisca tras la reconquista de Granada y que todos conocemos que se detalla con minuciosidad en el libro de apeos. De los diferentes cambios que ha ido sufriendo a lo largo de la historia Güejar para favorecer su desarrollo y hacer que ahora estemos donde estamos: la construcción del pantano, la designación de parte de nuestro territorio como territorio del parque natural de Sierra Nevada, con sus ventajas e inconvenientes…, de las diferentes fiestas singulares que tenemos que son propias solamente de Güejar… 


Según otros de esos pregones os podría hablar del espacio natural en el que Güejar se encuentra: de la Sierra, del Mulhacén y su leyenda, de la Alcazaba, del Calar, del Toro, del río Genil (del que yo defiendo por donde voy que el Guadalquivir nace en la laguna de la mosca y no en Cazorla), del Barranco de San juan, de las trincheras, de las fuentes de Güejer, de la acequia de la solana…


Pero, yo seguía dandole vueltas a la pregunta de ¿porqué habían pensado en mi para ser el pregonero de las Fiestas de Güejar). Después de varias semanas intentando explicármelo y creo que ahora lo se. Y es sobre estas razones sobre lo que os quiero hablar.


Probablemente no sean las mismas en las que pensaron cuando tomaron la decisión, pero creo conocer las razones por que he he sido elegido para ser pregonero o mejor dicho quienes son las personas que han hecho que yo tenga el honor de ser elegido para ser el pregonero de las fiestas de Güejar. 



Porque el que yo esté esta noche aquí no es fruto de mi trabajo, de mi trayectoria profesional, de lo que soy; es el fruto de todas las personas que han hecho que yo sea lo que soy y como soy. 


  • Los primeros: Adela la Vela y Paco Guerrero: Dos personas de Güejar, que se criaron en época de muchas dificultades, que pudieron estudiar lo básico porque había que trabajar, había que irse desde la primavera hasta casi el invierno a la Dehesa del Calvario para poder tener para comer (poco), había que trabajar de sol a sol hasta los días nublados, había que bajar a Graná con una bicicleta con dos cántaros del leche para venderla. Dos personas que se casaron en 1971 con 11 años de diferencia y que formaron una familia de la que sentirse orgullosos. Pasaron necesidades, había que trabajar mucho para poder darles de comer y de vestir a los 4 niños. Había que pagar a plazos las sábanas al “tío de los miércoles” y los jerséis a “los Vázquez “. Había que echar una mano en las fiestas en el bar de la Plaza a Antonio “el vela”, había que descargar el pienso en la carrera del camión de Sanders. Había que criar marranos y ovejas. Se hacía “matanza” y “conserva” para poder tener para comer el resto del año. Había que dar cursos de bordado en la planta baja de la casa del corralón para poder sacar algo de dinero. Había que hacer eso y mucho más para que cuando los niños crecieran tuvieran la oportunidad de estudiar y poder ser en la vida lo que ellos decidieran. Y todo ello transmitiendo, en el día a día, con su ejemplo, unos valores, una forma de vida que se resumen en: INTENTAR SER BUENAS PERSONAS. Y lo consiguieron y fruto de este trabajo aquí estamos sus niños (Adela, Vicente, Inmaculada)  y sus nietos (Francisco, Ana, Lourdes y Jairo). 


  • Por supuesto mi mujer y mis niños: Sin mi mujer no sería quien soy hoy y cómo soy hoy y tengo claro que sin ella, sería mucho peor persona de lo que soy. Me da equilibrio, me frena cuando me enciendo y me anima cuando me freno. Es la compañera de vida perfecta, y además mucho más guapa que yo. Y mis niños, Francisco y Ana que me motivan a intentar enseñarles lo que me enseñaron mis padres: a ser buenas personas. 


  • También, como no, mis abuelos, Jose el Vela, Frasquita la Lureña, Paco Guerrero y Maria Molina. Mis tíos, Leonor y Andrés, Manolo y Margarita, Maruja, Antonio y Adora y Vicente y María, mis primos hermanos y toda la familia en general. Recuerdo los días de bajar a la Heredá con mi abuelo José, con su sombrero, con el cigarro en sus dedos amarillos y el mancaje largo al hombro y sentado en la puerta de la Caja de ahorros buscando un rayo de sol. Mi abuela Frasquita con su hábito azul que no se lo quitaba nunca, excepto cuando se murió mi abuelo que se lo puso negro, y su delantal siempre puesto, sentada en el caño con las vecinas al fresco. Mi abuelo Paco siempre con Traje, Hasta para ir al cortijo, con chaleco y con sombrero sentado en la carrera leyendo el periódico y rezando las letanías en latín y mi abuela Maria con sus pies deformados por los juanetes, sentada en la carrera y vendiendo pienso y echando cuando nadie la veía un cacillo de más. Y cuando hablo de ellos, hablo también de toda la familia que nos juntábamos para tantas cosas: las cerezas, las ciruelas, los espárragos, las alcachofas, las papas, la matanza, la conserva, los helados del Tito Mariano, la Semana Santa, la Navidad, las fiestas, bodas, bautizos, comuniones. A lo largo del año había un montón de ocasiones en las que la familia se unía alrededor de trabajo y de celebraciones y todo esto es lo que te hace crecer como persona. Todos ellos han hecho que hoy esté yo aquí.


  • También ha habido y hay en mi vida gente que no es familia “de sangre” pero que si lo son de hechos y que ha sido y son parte muy importante en mi vida y son parte de mi familia: Don José Peinado (Taché), mis compadres Fran y Natalia, mi tutor Rafa Vazquez, los amigos de Papis y Mami , los PeterPunk. Ellos y muchos más han influido y siguen influyendo en que hoy sea como soy, sea lo que soy y esté hoy aquí con vosotros. 


  • Y alguien podría pensar: “menos mal que este ya está acabando porque se le ha acabado la familia y amigos”, pero no es así. Hay muchas mas personas gracias a las que hoy yo puedo estar aquí: las personas de  Güejar: Los Güejareños: 
    • Un amigo Navarro, de un pueblo pequeño, dice que los 2 hemos leído el mismo libro y es cierto: los de pueblo hemos leído y hemos estudiado en un libro diferente de los que no son de pueblo.
    • Mi niña, cuando era mas pequeña, decía que no le gustaba salir conmigo por Güejar porque me paraba con todo el mundo. Y mi niño se entretuvo anoche en contar con cuantas personas me paraba. Eso es ser de pueblo. Eso es ser de Güejar. Conocerse y saludarse por la calle. Dar los buenos días, las buenas tardes y las buenas noches cuando te cruzas por la calle. Saludarlos cuando llevas tiempo sin verlos y preguntar por la familia. Alegrarte cuando los ves sobre todo cuando ha pasado mucho tiempo sin verlos. 
    • Mi primera imagen mental en Güejar es en una casa pequeña del camino de la estación con muchas macetas. Cuando la veo ahora no entran muchas macetas en la placetilla aquella, pero a mi me parecía que eran muchísimas. Después de eso los recuerdos son más nítidos del corralón donde vivíamos en la casa del molino y éramos todos los vecinos como una familia. También recuerdo cuando el Francisco el de Esperanza me sacó de la fuente del molino cuando me caí a ella y me estaba ahogando. Gracias a el hoy estoy aquí.
    • Ya los recuerdos más recientes son los del altillo donde mis padres construyeron una casa, con el dinero de la expropiación del pantano y mucho esfuerzo de picar piedra, donde había una fuente en la Noguera del Manco y no había casi nada alrededor (teníamos que bajar a Güejar cada vez que hacía falta algo) y ahora parece que vivimos en mitad del pueblo. Allí en el altillo tenemos otra familia.
    • La guardería de Paqui estaba en la calleja y allí fue donde empecé mi estudios hace ya casi medio siglo. No se me olvidan las escaleras y el olor de la clase donde estábamos los niños con menos metodologías que ahora pero con mucho cariño  y ganas de enseñar.
    • En Güejar, al menos en el siglo pasado, no se iba al Colegio: se iba a “LA ESCUELA”. Las escuelas siguen estando en el mismo sitio que están ahora pero tenían otro encanto. El patio de chinos nos señalaban las rodillas aunque hacían su función. Los recreos con las tortas de chocolate de la panadería de Paca, para pagar el viaje de estudios, creo que los recordamos todos los Güejarenos. Cuando tocaba cambio de etapa te sentías emocionado ya que bajabas a las escuelas de abajo y dejabas las de los niños chicos. Cuántos días que nevaba esperábamos que se cortara la carretera para que no vinieran los “maestros” detrás de la “alsina” que conducían Manolo o Antonio.  
    • ¡Qué bonita palabra esa de maestro”. Y sin entrar en los motes que les poníamos a algunos , quiero recordar a los dos de los maestros que más me han marcado en la escuela de Güejar: Don Rafael Arnedo y Don Luis Bailón. Ellos junto con muchos otros aquí, después en el Colegio Virgen de Gracia y en la Facultad de Medicina y después en el trabajo día a día en los centros de salud donde he trabajado, en especial por el tiempo que he pasado allí en Gran Capitán, me enseñaron conocimiento pero también me enseñaron a ser persona honesta, trabajadora y cumplidora: Gracias a ellos hoy estoy yo aquí.
    • Los Güejareños hacemos vida en la calle: se sale al álamo de la plaza a sentarse a la sombra, se sale a sentarse con la silla en la calle a hablar con los vecinos y con los que pasan, se sale, o se salía a por agua a las muchas fuentes que hay por las calles y plazas de Güejar y también se salía a lavar a los lavaderos; se sale a dar un paseo hasta las olivillas o hasta la fuente de los 16 caños, o hasta el arroyo “La Grea”. 
    • Y también se sale a los bares (no tendría tiempo de nombrar todos los bares de antes y de ahora, pero hay varios de los que guardo un recuerdo especial: el de mi tío Antonio en la Plaza, donde se reunían por la mañana los que se preparaban para irse para el campo o con los animales a tomarse una copa, echándose un cigarro y tomarse un café y muy cerca de ese uno al que no me dejaban ir mucho y tenía ese halo de misterio y de lo prohibido y del que nunca olvidaré el olor característico: la bodega de Salvador). Se sale a los bares después de estar todo el día en el campo trabajando y se vive en ellos y se aprende en ellos y también se trabaja en ellos. Y allí se hace pueblo. 
    • Y también se hace pueblo en las Calles y Barrios en los se vive: En el caño, en la Calle San Vicente, en la carrera, en el Barrio Alto, en el Corralón, en el Peñón, en el Ventorrillo (como olvidar cuando se hicieron los pisos nuevos que los estrené cuando perdí los frenos de la bicicleta que me habían echado los Reyes y por no atropellar a mi abuela me estampé contra ellos), en plaza nueva, en la calleja, en el camino de la estación, en las moreas, en el sotillejo, en el laero… Y en Güejar se juega en la calle, o al menos, se jugaba en la calle. No había tantas maquinistas ni tantos móviles y lo que había para jugar y lo más barato era la calle. Y se iba a las escuelas a jugar al futbol y a baloncesto, y se participaba en los campeonatos que se organizaban y se siguen organizando por las fiestas. ¡Cuántos veranos hemos jugado al baloncesto el campeonato de las fiestas!.  ¡¡¡Ya estamos viejos para eso, verdad Jose?!!!!
    • Un sitio en el que hemos echado mi generación mucho tiempo ha sido en las escaleras de la Iglesia, sentados en el Kiosco donde José María nos vendía de lo que le pedíamos o de lo que quería. Un lugar estratégico en el podías ir “a ca Manolica”, o “a ca Adelina” a comprar gominolas, pipas y helados los días de fiesta. 
    • Y también se hace pueblo en las tiendas de Güejar: de las de mis tiempo faltan ya algunas: la de Isabel, la de Jiménez en la calle Ramón y Cajal, y siguen otras incluso de antes de mis tiempo: la de Conchi Medina y la del practicante. No eres de Güejar si no has ido a comprar huevos, pan, tornillos, lápices, libretas, mancajes, azadones, serones, aparejos, sobrecargas “pa las bestias”, coladores, juguetes, linternas…, al practicante. Y muchos hemos ido a ponernos las inyecciones que nos mandaban Don Antonio o Don Manuel con las jeringas hirviendo en unos cacharros metálicos para desinfectarlas. Y Quien no ha ido al estanco a comprarle tabaco a su padre o a sus tíos o a comprar sellos. Si en 2022 me vieran salir con 6 o 7 años con 10-12 cartones de tabaco para llevarlos al bar de mi tío no se lo que pasaría. 
    • Y también se vivía en las peluquerías. Mi mujer se sorprendió de ver cuantas peluquerías había en Güejar en comparación con su pueblo. Mis primeros pelados y durante muchos años fueron en la de Paqui. 
    • Y en Güejar se disfruta también en la calle de las fiestas. En Güejar hay mas fiestas que estas de la Virgen del Rosario y San Roque: Y en esas fiestas se vive también el pueblo: La Semana Santa, con la fiesta especial con el Domingo de Pascua en el que se vive una celebración que no hay en ningún pueblo, que yo conozca, en el que se representa la Resurrección de Jesús con el portal del niño y La Virgen y San Juan dando 3 vueltas al  pueblo simulando los 3 días a los que resucitó y Juan “Rosca” organizando las reverencias de San Juan. Y esta Semana Santa la organizaban los mayordomos, que se llamaban entre ellos “compañeros” y así era para toda la vida. Algunos de los de mis padres fueron el Chache y la Chacha, Jose y Paquita, Manolo y María. 
    • También recuerdo alguna  noche de Reyes en la Plaza recibiendo los regalos de un rey negro con las orejas blancas. 
    • Y el “Día de los Huevos”, versión Güejareña del Día de la Cruz en la que los niños nos íbamos de excusión a comer un par de huevos duros y ¡vaya huevos!. 
    • Y ahora, ya más actuales, dos fiestas referentes para los güejareños y para los forasteros”: la fiesta de la asadura y el festival de la cereza, apuestas importantes desde el ayuntamiento y los empresarios de Güejar para hacer crecer al pueblo. 
    • Otra fiesta importante era el “Día los Muertos y el Día de los Santos”, el 1 y 2 de noviembre, en lo que ahora se llama Halloween, y en Güejar se recuerda a todos aquellos que ya no están con nosotros. Se les limpia, se les adorna y se les visita. Es una forma de mostrar respeto por los que nos enseñaron a vivir, y los recordamos porque gracias a ellos nosotros estamos hoy aquí, gracias a ellos yo estoy hoy aquí. 
    • Y luego están las fiestas patronales en honor a San Roque y a la virgen del Rosario, estas fiestas: LAS FIESTAS. Unas fiestas que hace muchos años, recuerdo, rivalizaban en fechas con las de Pinos y las de Cenes, probablemente porque no había columpios para todos y había que repartirlos (incluso eran en septiembre). Esta rivalidad iba más allá de las fiestas y algunos altercados había que no pasaban más allá de unas palabras de cariño y algunas caricias, aunque fueran a pedradas. Y también teníamos rivalidad deportiva y se organizaban torneos de baloncesto contra los de Pinos y los de Cenes de los que no tengo recuerdo de haber perdido ninguna vez. Esta rivalidad con los vecinos también te da sentido de pertenencia y hace que te sientas más de Güejar.
    • Mis primeros recuerdos de las fiestas son de chico en la verbena con mis padres bailando pasodobles en la verbena de la hacilla, junto con los amigos con las orquestas que venían. También los columpios, algunos años hasta se pusieron en la plaza cuando el ayuntamiento estuvo en obras y o la plaza era más grande o los columpios más chicos o no se guardaban tantas distancias de seguridad como ahora. Y los coches de choque en la hacilla y debajo de las escuelas. Repasando la agenda de las fiestas de cuando era chico era una agenda apretada: diana floreada a las 8, procesión y misa el día que sale la Virgen y San Roque (o misa y procesión el día que sale el Santísimo), cervezas y raciones en los bares, carreras de cintas, toros y de vuelta a los bares y la verbena. Los días de fiesta son para no dormir. Ya de más mayor terminabas después de toda la noche en la verbena, en el PAEA o en la Discoteca Alaska y tomando chocolate con churros en la plaza ya de día antes de empezar con el día siguiente. 
    • De las fiestas de Gúejar es importante destacar que somos de los pocos pueblos, por no decir el único por si me equivoco, que tiene el privilegio de poder celebrar en sus fiestas patronales una procesión del Corpus, gracias a la dispensa papal que se otorgó a Güejar de poder celebrarlo ya que los Güejareños eran los encargados de bajar la sabina para adornar las calles de Granada en la procesión del Corpus.


  • Es toda esta gente de Güejar, sois todos vosotros y algunos que ya no están, con los que he vivido todo esto los que han hecho que yo hoy esté aquí. Me han dado unas raíces, una historia, un sentimiento de pertenencia a un sitio, una forma de entender la vida y es por ellos, es POR VOSOTROS que lo hoy soy lo que soy y estoy aquí.


  • Y ya por último hay una razón más, o un grupo de personas más por las que yo estoy aquí: las personas que trabajan dedicadas a cuidar a los demás en el ámbito de la salud. El 14 de marzo de 2020 nos cambió la vida. Vivíamos una época de tranquilidad, de bienestar y un pequeño microorganismo hizo que nuestra vida cambiara para siempre. Fuimos encerrados en nuestras casas, como si nos estuvieran bombardeando en una guerra. Se nos tapó la sonrisa con mascarillas y solo eran nuestros ojos los que transmitían miedo e inseguridad. Se cerró casi toda la actividad no imprescindible y entramos en una pesadilla de la que aún estamos saliendo y muchos, todos, con muchas cicatrices. Entre ellos los que nos dedicamos, por decisión nuestra y por vocación al ámbito de la sanidad. Nos enfrentamos a un germen nuevo, que se transmitía de una forma y con una virulencia desconocida, sobre el que sabíamos muy poco o casi nada, que se llevaba por delante a personas frágiles y a otras que no eran tan frágiles y que no se tenían que haber ido tan pronto, que nos exigió un esfuerzo físico, y sobre todo mental para el que , probablemente, no estábamos preparados. Tenemos, un sistema sanitario que ya quieran tener muchos de los países de nuestro entorno, mejorable, por supuesto, pero que da respuesta Universal a las necesidades de salud de los españoles, en nuestro caso de los andaluces. Este sistema sanitario se vio desbordado por esta pandemia. Un hospital como en el que yo trabajo pasó de tener 25 camas de UCI a tener disponibles 65 con más de 45 pacientes COVID intubados al mismo tiempo, teniendo que suspender en algunas semanas casi todo la actividad quirúrgica programada que no fueran cánceres. Tuvimos 11 salas de hospitalización destinadas a COVID, teniendo que salir al antiguo clínico para poder abrir dos salas más, con más de 320 ingresados por COVID al mismo tiempo. Y esto durante 8 olas. Y todo esto se ha conseguido gracias a la implicación de todos los hombres y mujeres que se levantaban todos los días y se iban a su puesto de trabajo día tras día a cuidar a otras personas con miedo a lo desconocido, con miedo a contraer la infección, con miedo a contagiar a sus familias, pero con el convencimiento de que era su responsabilidad y su obligación. En Güejar también tenemos a un numeroso grupo de hombres y mujeres que dedican su vida a cuidar a los demás y que Sonia los ha nombrado antes y gracias a todos ellos yo hoy estoy aquí siendo pregonero de las fiestas de Güejar.




Seguro que en este repaso de personas gracias a las que yo soy quien soy se me ha podido olvidar nombrar a alguien y pido perdón si así ha sido. 

Y después de este recorrido por mi vida en Güejar, ya solo me queda desearos que paséis unas felices fiestas!!! 


Que disfrutéis de las fiestas, de vuestra gente, de los amigos, de la familia. Qué comáis y bebáis con moderación, pero disfrutando de todas las cosas que nos han preparado con mucho esfuerzo y cariño. 




¡VIVA SAN ROQUE!

¡VIVA LA VIRGEN DEL ROSARIO!

¡VIVA GÜEJAR!

Comentarios

  1. Enhorabuena por este magnífico pregón que me he leido del tirón

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