LA MEDICINA DE FAMILIA Y LA ATENCIÓN PRIMARIA TIENE FUTURO
A la Medicina de Familia y a la Atención Primaria en general se nos acusado y nosotros mismos a veces nos lo hemos creído de tener muy acusado nuestro "complejo de inferioridad", siempre quejándonos del hospitalocentrismo de las administraciones, de que no se nos valora como nos merecemos, de que no salimos en prensa porque no interesamos...
Tanto es así, que se comienza a instalar un pesimismo extremo con relación a nuestro futuro como especialidad, como elemento fundamental de la asistencia sanitaria que no comparto en absoluto.
Por supuesto que debemos seguir exigiendo:
- Mayor financiación para la Atención Primaria
- Mayor reconocimiento para los profesionales de la misma
- Mayor compromiso por parte de las administraciones en dotar a la Atención Primaria y a los médicos de familia de los medios materiales, profesionales y de tiempo necesarios para poder dedicarnos a nuestros pacientes crónicos complejos, ancianos, inmovilizados, en las últimas etapas de la vida...
- Acuerdos de Gestión, Contratos Programa, o como se llamen en cada uno de los 17 sistemas sanitarios de nuestro país, adecuados a la realidad de nuestro trabajo, con objetivos bien diseñados, mensurables, oportunos y que nos permitan mejorar
- Hospitales de referencia resolutivos con listas de espera adecuadas para citas de primera vez, revisiones, pruebas complementarias, cirugía..., que consideren a los Médicos de Familia como iguales y complementarios en la atención al paciente en todas las etapas de la vida.
Pero la Medicina de Familia no está muerta.
Esta última semana hemos tenido en ejemplo de que está muy viva y de que tiene vida para rato con la celebración de las Primeras Jornadas de Residentes y Tutores SAMFyC en Jaen donde más de 100 tutores y residentes han compartido, trabajado en mejorar competencias clínicas, de tutorización, formativas...
La Medicina de Familia está viva, tiene presente y tiene futuro.
Tanto es así, que se comienza a instalar un pesimismo extremo con relación a nuestro futuro como especialidad, como elemento fundamental de la asistencia sanitaria que no comparto en absoluto.
Por supuesto que debemos seguir exigiendo:
- Mayor financiación para la Atención Primaria
- Mayor reconocimiento para los profesionales de la misma
- Mayor compromiso por parte de las administraciones en dotar a la Atención Primaria y a los médicos de familia de los medios materiales, profesionales y de tiempo necesarios para poder dedicarnos a nuestros pacientes crónicos complejos, ancianos, inmovilizados, en las últimas etapas de la vida...
- Acuerdos de Gestión, Contratos Programa, o como se llamen en cada uno de los 17 sistemas sanitarios de nuestro país, adecuados a la realidad de nuestro trabajo, con objetivos bien diseñados, mensurables, oportunos y que nos permitan mejorar
- Hospitales de referencia resolutivos con listas de espera adecuadas para citas de primera vez, revisiones, pruebas complementarias, cirugía..., que consideren a los Médicos de Familia como iguales y complementarios en la atención al paciente en todas las etapas de la vida.
Pero la Medicina de Familia no está muerta.
Esta última semana hemos tenido en ejemplo de que está muy viva y de que tiene vida para rato con la celebración de las Primeras Jornadas de Residentes y Tutores SAMFyC en Jaen donde más de 100 tutores y residentes han compartido, trabajado en mejorar competencias clínicas, de tutorización, formativas...
La Medicina de Familia está viva, tiene presente y tiene futuro.
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