Casi 30 razones para decir NO a la especialidad de urgencias

Transcribo la nota de semFYC para defender su posición contraria a la creación de la especialidad de urgencias.
Totalmente de acuerdo
Casi 30 razones para decir NO a la especialidad de urgencias

1. La urgencia es un área de capacitación propia del médico de familia,

planificada durante su formación durante el período MIR.

2. El desarrollo de la Troncalidad y la creación de un Área de

Capacitación Específica (ACE) de Urgencias como disciplina de alta

especialización desde la formación en otras especialidades, es la

propuesta por la que apostamos, tal y como se prevé en la Ley de

Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) y que lleva más de

10 años solicitando el Consejo Nacional de Especialidades Médicas.

3. Los profesionales vía MIR han adquirido durante la realización de su

especialidad una formación en conocimientos y habilidades de

calidad, pertinente para resolver los problemas urgentes Esta

cualificación está planificada y contemplada en los programas

docentes de las especialidades.

4. Los mapas de competencias de urgencias definidos hasta ahora

poseen competencias que son comunes al mapa de competencias del

médico de familia. SemFYC dispone de un Documento que define y

desarrolla los principales contenidos formativos del Área de

Capacitación Específica de Urgencias y Emergencias (ACE).

5. Así pues, ya existen especialidades (medicina de familia, interna e

intensiva) para atender urgencias, por tanto no es necesario crear

una nueva especialidad.

6. En este momento, los médicos de familia son los especialistas MIR

más valorados por los gestores para la contratación en Servicios de

Urgencia intra y extrahospitalaria, por su formación de calidad e

integralidad de su abordaje.
7. La incorporación y contratación masiva de estos especialistas a los

diferentes dispositivos de urgencias durante los últimos 10 años ha

permitido mejorar la continuidad de cuidados a los ciudadanos y la

coordinación entre niveles asistenciales.

8. La inmensa mayoría de profesionales de urgencias son en la

actualidad Médicos de Familia (en ocasiones hasta el 80% de las

plantillas) y de otras especialidades (fundamentalmente Medicina

Interna y Medicina Intensiva).

9. Las situaciones urgentes y emergentes se presentan tanto en el

primer nivel asistencial (medio rural, consulta de Atención Primaria,

consultas de Atención continuada) como en el nivel hospitalario.

10.La mayoría de países, sean o no de nuestro entorno, no cuentan con

especialidad en urgencias, presentando a menudo adecuados niveles

de calidad (Francia, Alemania…). Nuestro modelo sanitario apuesta

por una única vía de entrada al sistema y por un abordaje integral de

la salud.

11.La atención primaria, como puerta de entrada del sistema sanitario,

debe ser el punto de inicio de la atención urgente. Los médicos

especialistas en medicina familiar y comunitaria deben estar en

disposición de realizar la primera valoración y atención de estos

pacientes, contando con los recursos humanos necesarios y la

remuneración pertinente para llevar a cabo dicha tarea.

12.Las reformas previstas en el espíritu de la LOPS van encaminadas a

integrar ámbitos de actuación, pues recuerda que nuestro país tiene

aprobadas 49 especialidades, mientras que la media de los países de

nuestro entorno (UE) es de 30 especialidades.

13.No existen datos que permitan afirmar que el incremento del gasto

económico que ocasionaría la creación de la especialidad se

correlacionaría con una mejora de la calidad a la atención a los

ciudadanos.

14.Crear una especialidad de urgencias generaría tres modalidades de

profesionales para un único ámbito de atención: especialistas en

urgencias, otros médicos especialistas y médicos sin especialidad.
15.La existencia de una nueva especialidad podría redundar en un

incremento en la descoordinación entre los niveles asistenciales,

problema esencial en nuestro país.

16.Los problemas de la urgencia (saturación, presión asistencial, burn

out…) son debidos a la mala gestión, deficiencias organizativas del

resto del sistema sanitario y/o falta de recursos y no a la capacitación

de los médicos que allí trabajan.

17.Crear esta especialidad respondería a la presión de un colectivo y no

a las necesidades reales de los ciudadanos y del sistema sanitario.

18.Asistimos a la progresiva creación en las Urgencias de unidades

especializadas (Unidades de Coronarias, Unidades de Ictus, Unidades

de Quemados…). Se hace necesario en urgencias un profesional con

un perfil más global.

19.Las tres Sociedades que más Socios tienen en las áreas de Urgencia

(SEMFYC, SEMI, SEMICYUC) y la Comisión Nacional de Especialidades

médicas, están de acuerdo en que NO es necesaria una nueva

especialidad.

20.Para que un área de la medicina se considere como una especialidad,

deben coincidir 4 conceptos: campo de actuación diferenciado, cuerpo

de conocimiento propio, paradigma de actuación y orientación

específica. La urgencia no tiene un cuerpo de conocimiento exclusivo,

sino transversal, y consta de un paradigma de actuación compartido

con otras especialidades.

21.La existencia de una especialidad con un ámbito tan concreto permite

poca movilidad y cambio del puesto de trabajo.

22.Probablemente, muchos profesionales que desean la especialidad no

la querrían si para ello tuvieran que renunciar a la que ya tienen (es

en realidad lo que les piden a los futuros especialistas).

23.Las encuestas indican que el ciudadano está satisfecho, en general,

con la calidad científica de la atención recibida en urgencias.

24.La percepción social está sesgada al pensar que las urgencias son

mayoritariamente emergencias vitales de aparente complejidad, lo

que podría justificar socialmente la hipotética especialidad de

urgencias.
25.La mayor parte de urgencias atendidas en un Hospital (hasta un

60%) corresponde a patologías que pueden resolverse en los centros

de Salud. Debe adquirir cada vez más relevancia la Atención

continuada en Centros de Salud y Unidades ambulatorias.

26.Actualmente existe un flujo desproporcionado e inadecuado de los

pacientes a los servicios de urgencia hospitalarios, por problemas

banales, de organización en otras áreas del sistema sanitario,

problemas sociales o porque se confía más en la efectividad de estos

servicios. La difusión de la idea de la existencia de un “especialista en

urgencias” incrementaría este flujo, lo que va en contra del uso

eficiente de los recursos.

27.Los pacientes vistos en el hospital son sometidos a mayor número de

pruebas (yatrogenia e incremento del gasto).

28.La sobrecarga de urgencias hospitalarias injustificadas incide en el

detrimento de la atención de los pacientes en situación de riesgo

vital.

Comentarios

  1. Ufff 28 razones, quien tuviera tiempo de darles respuesta una a una.... y sin embargo faltan las fundamentales....Si es que son torpes Fran, por más que uno quiera darles la razón, torpes rematados...

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